domingo, 9 de junio de 2013

Listas abiertas, listas cremallera e igualdad.

 


  

 El PSOE se encuentra en pleno debate sobre su nuevo modelo de partido. En este sentido, el avance hacia nuevas formas de elegir tanto a los cargos orgánicos como a los candidatos a las diferentes elecciones que impliquen una participación directa de los militantes parece abrirse paso en un camino sin vuelta atrás. La obligatoriedad estatutaria de celebrar elecciones primarias ya casi no se discute, centrando ahora el debate en que modelo se pone en marcha, si se abren a simpatizantes y un calendario concreto. O eso al menos es lo que parece ya que se está barajando la posibilidad de que no haya primarias a las elecciones europeas de 2014, lo que supondría la pérdida de una magnífica oportunidad de recuperar credibilidad frente a los ciudadanos, haciendo lo que decimos. Espero en todo caso que sea la conferencia de octubre de 2013 la que lo decida.



En medio de este debate se encuentra también complementar el sistema de elecciones primarias con el de listas abiertas internas en los procesos de selección de candidatos y en las elecciones a cargos orgánicos. Una vez más tratando de cambiar un modelo de partido y de organización que lo haga más ágil, más fresco y con mejor capacidad de adaptación a un momento en el que la forma de relacionarse entre los ciudadanos y los militantes se ha transformado. Un modelo de partido red que sepa combinar su estructura jerárquica con una organización horizontal y que se extienda más allá de las propias agrupaciones locales hacia toda la energía creativa que hay fuera del partido.
 
Pues cuando todo esto sucede, cuando avanzamos hacia un militante un voto y la posibilidad de abrir opciones de ser candidatos a militantes que no necesariamente deben contar con apadrinaje alguno, surge como propuesta la lista cremallera como instrumento de avanzar en la igualdad entre compañeros y compañeras a la hora de ocupar puestos de responsabilidad institucional. Y a mi modo de entender las cosas, surge a su vez una contraposición entre ambos sistemas. El de listas abiertas y el de listas cremallera.
 
La discriminación positiva tiene una larga tradición a la hora de garantizar la representatividad de las minorías. Desde discriminación positiva para determinadas etnias, como para garantizar la debida representatividad de las mujeres. El PSOE ha sido siempre vanguardia en esta materia alcanzando con el gobierno de ZP su máxima cota legislativa a través de la ley de igualdad, y tiene lógica que la lista cremallera sea una opción que se contemple en esta misma dirección. Sin embargo, es un concepto propio de un sistema de listas cerrado y bloqueado que justamente es el que impide, si su elaboración se realiza como ha venido haciéndose hasta ahora, que las compañeras puedan competir en condiciones de igualdad con los compañeros a la hora de ocupar puestos orgánicos y puestos en listas electorales. La idea es que como el sistema de elaboración de listas está controlado fundamentalmente por compañeros, y tradicionalmente el acceso de las compañeras se veía limitado, hay que garantizar un porcentaje mínimo por sexos e intercalar en el orden de la candidatura.  En este sentido, que se proponga un sistema de lista cremallera lleva implícita la renuncia a un sistema de listas abiertas lo que convierte la propuesta en realidad en un paso atrás en lugar de en un paso adelante. Lo que puede convertir la propuesta en una propuesta envenenada.
 
Sin embargo, un sistema de listas abiertas y desbloqueadas internas garantiza en mi opinión mejor la igualdad entre compañeros y compañeras. Tanto para la elección a cargos orgánicos como en el proceso de selección de candidatos.  Supone ademas un avance importante en el camino de la regeneración interna y hacia un nuevo modelo de partido. Si se regulan unos requisitos mínimos para ser elegibles y la votación se realiza militante a militante, las mujeres tienen plena garantía de ocupar el puesto que democráticamente hayan ganado y el partido conseguirá dar un paso importante en su regeneración y en su camino de sentar las bases de un nuevo modelo de organización.
 


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